“Como el quiromasaje nos puede ayudar en nuestra vida”

Aunque muchas técnicas de masaje se llaman quiromasaje, este término debe ser utilizado para describir una técnica creada por su inventor, el Dr. Ferrándiz, quien, basándose en conocimientos de técnicas alemanas, suizas y orientales, desarrolló su propia técnica. Y para diferenciarla de otras técnicas, le dio el nombre de quiromasaje manual; es decir, masaje con las manos, sin el uso de ningún aparato.

Efectivamente, el quiromasaje o quiropráctica son un conjunto de técnicas que utiliza el masajista para tratar al paciente de diferentes dolencias.

Un buen quiromasaje se compone de la siguientes partes o fases:

  1. Ejercicios preparatorios: exploración, contacto inicial, pases sedantes magnéticos, etc.
  2. Amasar: para distorsionar y alargar las fibras musculares,
  3. Ejercicios específicos: distintos para cada caso en particular, y
  4. Ejercicios de finalización: vibraciones, tamborileo con los dedos, drenaje venal y pases sedantes magnéticos
  5.  

Esta técnica se utiliza para disminuir el dolor de los pacientes de diferentes dolencias como contracturas musculares, dolor de las articulaciones, tendinitis entre otras patologías.

El quiromasaje se basa en la acción mecánica de las manos sobre la piel con unos movimientos realizados con un ritmo y una velocidad determinada y que tienen un efecto inmediato sobre nuestro sistema nervioso y circulatorio. Uno de los objetivos principales de esta técnica es que, en todo momento, el paciente se sienta a gusto y reconfortado de forma física y mental.

Una de las finalidades del quiromasajista es descontracturar, relajar y estimular los tejidos blandos de los pacientes. De todas formas, no cualquier dolencia es apta para recibir un quiromasaje. Un médico especialista es el que tiene que recomendar si esta terapia es adecuada para la dolencia del paciente.

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